La pérdida de volumen facial tanto por adelgazamiento de los tejidos (principalmente la grasa) como por pérdida de volumen óseo es uno de los principales signos de envejecimiento. La grasa que tenemos debajo de nuestra piel se va perdiendo paulatinamente sobre todo en el rostro y las manos. Así los ojos se mostrarán más hundidos y pequeños, se marcarán más los pómulos y la mandíbula, … Esta pérdida de volumen se puede corregir mediante la infiltración o implantación de grasa en las zonas deficitarias, lo que se conoce como lipofilling o lipoestructura facial.
Entre las ventajas que presenta este procedimiento están que es perdurable en el tiempo y totalmente biocompatible puesto que se trata de la grasa de nuestro propio organismo.
¿Es la cirugía que quiero? ¿Es una cirugía efectiva?
En caso de que usted requiera de la restauración de volúmenes de alguna de sus estructuras faciales que ha ido empeorando con el paso del tiempo, ésta es la técnica que más puede ayudarle.
Cirugía y Anestesia
Este procedimiento debe realizarse en un hospital o clínica bajo anestesia local y sedación.
En un primer momento se extrae de forma muy cuidadosa el tejido graso de zonas como el abdomen, los flancos o los mulsos. Esto debe realizarse con sumo cuidado para evitar que se rompan las células grasas. Por ello, deberá utilizarse un equipo especial de cánulas.