Comenzaremos con FISIOTERAPIA INMEDIATA HOSPITALARIA (FIH) al día siguiente de la intervención. Se realizarán las primeras maniobras de DLM (DRENAJE LINFÁTICO MANUAL), que será la piedra angular del protocolo, ya que la compleja anatomía facial y la conformación especial de los vasos linfáticos a ese nivel, así lo requieren.
Los vasos linfáticos de la cara siguen un camino paralelo a las venas facial y yugular, pero en su trayecto se encuentran grupos ganglionares: los ganglios preauriculares o parotídeos, que reciben linfa de la frente y de la mitad externa de los párpados; y, los ganglios faciales que llevan la linfa de la mitad interna de los párpados, de la nariz, de los labios y del mentón.
Desde ambos la linfa es conducida hacia los ganglios yugulares del cuello, que forman cadenas alrededor de cada una de las venas yugulares y que finalmente drenan la linfa a las venas.
Además del DLM, se actuará de manera multidisciplinar, para evitar los posibles trastornos secundarios a este tipo de cirugías, como pueden ser los hematomas superficiales, los dolores de cuello e incluso algún dolor de cabeza pasajero.