Los motivos más comunes para decidirse a realizar una REDUCCIÓN DE MAMAS no son exclusivamente estéticos, ya que son habituales las manifestaciones como dolor de espalda y cervicales, incomodidad, incapacidad para realizar actividad física…
Efectivamente esta técnica es más compleja que un aumento de pecho y de ahí que este tipo de pacientes sean más prudentes al elegir a su cirujano. Pero la gran ventaja de estas pacientes es que esta cirugía apenas duele.
¿Por qué no duele esta cirugía de reducción de pecho?
Fundamentalmente porque no se tiene que expandir la mama sino que se recorta la piel y se hace que la mama quede más concentrada a nivel de la areola y no esparcida y pendular como previamente por su excesivo volumen.