Los motivos más comunes para decidirse a realizar una REDUCCIÓN DE MAMAS no son exclusivamente estéticos, ya que son habituales las manifestaciones como dolor de espalda y cervicales, incomodidad, incapacidad para realizar actividad física…

Efectivamente esta técnica es más compleja que un aumento de pecho y de ahí que este tipo de pacientes sean más prudentes al elegir a su cirujano. Pero la gran ventaja de estas pacientes es que esta cirugía apenas duele.

¿Por qué no duele esta cirugía de reducción de pecho?

Fundamentalmente porque no se tiene que expandir la mama sino que se recorta la piel y se hace que la mama quede más concentrada a nivel de la areola y no esparcida y pendular como previamente por su excesivo volumen.

Dado que el dolor es muy leve en muchas ocasiones en la revisión por la tarde por el DrGuilarte puede incluso dársele el alta en el mismo día de la cirugía.

La operación de reducción de pecho consiste fundamentalmente en dos pilares. El primero de ellos es cortar la piel según un patrón que nos permita posteriormente cerrar las incisiones sin tensión excesiva y envolviendo la mama de forma concéntrica a la areola. Y, el segundo de ellos, consiste en remodelar la glándula mamaria plegándola sobre sí misma.

Según se realice lo anterior se obtendrá un mejor o peor resultados pues lo difícil de una reducción de pecho es evitar que la areola se dilate y/o que la distancia desde la areola al surco inframamario aumente.