Las complicaciones que pueden surgir tras una blefaroplastia se dividen, aunque interrelacionadas, en dos categorías:
- Complicaciones ESTÉTICAS, tanto por disconformidad con el resultados estético como por la falta de cambio tras su intervención.
- Complicaciones FUNCIONALES, bien por algún tipo de malposición o por alterarse los mecanismos de protección del ojo.
Principales complicaciones tras la blefaroplastia
Ectropion o retracción del párpado inferior
Las alteración de la forma elongada del ojo y la retracción del párpado inferior o el ectropión son los problemas más frecuentemente encontrados tras una blefaroplastia inferior. Generalmente estas complicaciones tienen lugar por el anclaje inapropiado del párpado inferior a nivel del canto externo por lo que es muy importante valorar la integridad y funcionamiento de este sistema de suspensión previamente a la blefaroplastia. La forma más frecuente para corregir este tipo de alteraciones es el reanclaje del canto lateral para reposicionar el párpado inferior, la cantopexia. Esta alteración es prácticamente inexistente mediante la blefaroplastia transconjuntival dado que mediante esta no se altera en absoluto la inervación del músculo orbicular, en cambio, mediante la blefaroplastia transcutánea o convencional el riesgo puede ser hasta del 8% según bibliografía.
Ojo pequeño
El ojo pequeño generalmente se debe a que previamente a la cirugía se pasó por alto que existía una alteración de la sujeción del párpado inferior a nivel del canto externo. Al existir esta alteración y quitarse grasa mediante la propia blefaroplastia puede darse la sensación de que el ojo es más pequeño cuando en realidad ese ojo es del tamaño de siempre pero en cuanto desaparecen las bolsas es cuanto se tiene constancia de ello. Para solucionar esta complicación efectivamente se procede con una cantopexia para reanclar el canto externo a la órbita.
Lagoftalmos
El lagoftalmos u ojo abierto es generalmente debido a la escisión excesiva de piel de los párpados superiores o a un mal diseño de esta escisión condicionando una exposición de la córnea del ojo. No obstante, esta circunstancia puede presentarse de antes de la propia cirugía por lo que se debe tener especial precaución con ella así como en pacientes que tienen una mala hidratación del ojo o una motilidad ocular reducida (Bell negativos). La mayor parte de los lagoftalmos son temporales y mejoran mediante el masaje aunque en ocasiones se tiene que proceder con injertos de piel a nivel de la cicatriz de blefaroplastia.
Ptosis palpebral
La mayor parte de caídas del párpado superior estaban ya presentes de antes de la cirugía pero ocultas tras el exceso de piel de los párpados superiores. No obstante, durante la cirugía podría tener lugar una dehiscencia de la aponeurosis del elevador del párpado superior o incluso tras la cirugía por el edema postoperatorio. En estos casos se debe proceder con un reanclaje y acortamiento de esta membrana llamada aponeurosis del músculo elevador del párpado superior.
Para ampliar la información sobre la cirugía de párpados, le invitamos a que entre en la página del tratamiento: Blefaroplastia
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