La salud y la belleza comienzan desde nuestro interior y dependen de un buen equilibrio entre nutrientes; en las dosis necesarias para asegurar un buen funcionamiento del organismo.
Pero esto no siempre se consigue a través de la alimentación convencional; bien porque hay nutrientes que el cuerpo no puede sintetizar, bien por no llevar una dieta bien balanceada o bien porque el contenido en nutrientes (vitaminas, minerales, aminoácidos, ácidos grasos…) de los alimentos que ingerimos no resulta suficiente.
¿Qué son los nutracéuticos?
Un nutracéutico es una cantidad concentrada de un determinado principio activo con el objetivo de aportar nutrientes específicos y cubrir sus requerimientos diarios para que puedan ayudar a prevenir enfermedades, mantener un estado óptimo de salud del individuo o potenciar la belleza.
En ocasiones es recomendable repartir sus tomas a lo largo del día o tomarlo cuando el organismo mejor lo va a absorber (algunos complementos es mejor tomarlos en ayunas, fuera de las comidas o acompañados de algún alimento en concreto) y NUNCA superar la dosis diaria recomendada.
Es importante tener muy claro que un complemento no es algo que debamos tomar a la ligera, sino que debe ser ingerido porque el organismo realmente lo necesita y ha sido prescrito por un profesional. Se trata de una suplementación terapéutica con efectos beneficiosos para el organismo medibles a medio-largo plazo. También conocer y concienciarse de que no sólo basta con tomar nutracéuticos, si no van acompañados de buenos hábitos de vida y alimentación.
El componente principal del complemento, el principio activo, tiene que ser natural en la medida de lo posible. Cuando el principio activo es sintético la biocompatibilidad no es la misma (peor absorción y riesgo de efectos adversos).
Algunos principios activos deben ir acompañados con otros (efecto sinérgico). Digamos que en ocasiones 1+1=10. Por ejemplo, el ácido graso Omega 3 debe ir acompañado de vitamina E o astaxantina para evitar su oxidación.
Los suplementos tienen que estar fabricados con un periodo de conservación duradero y con materiales que no resulten tóxicos para el ser humano. Por ejemplo, el cubriente en el que va envuelto el principio activo tiene que ser natural porque también lo vamos a ingerir, e incluso el blíster en el que van protegidos tampoco debe contener tóxicos para no deteriorar el producto.
La forma de administración (en polvo, cápsula, píldora, ampolla…) ha de asegurar la no destrucción del principio activo a lo largo de todo el tracto gastrointestinal. Por ejemplo, los prebióticos, que son bacterias vivas han de viajar en un medio ácido para evitar ser destruidas por los jugos gástricos que son muy ácidos.
En resumen: cuidarnos por dentro para envejecer bien por fuera.
Si tiene más dudas sobre cualquier procedimiento relacionado con la nutrición o quiere consultar más información al respecto puede ayudarse de nuestra página sobre la Nutrición y la psicología nutricional o visitar las diferentes secciones:
– Coaching nutricional en la web del Dr Guilarte
– Mindful Eating en la web del Dr Guilarte
– Alimentación postoperatoria para mantener los resultados en la web del Dr Guilarte
– Test de intolerancias alimentarias para diagnosticar posibles hipersensibilidades alimentarias relacionadas con la ingesta de un alimento determinado, web Dr Guilarte
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